Este 1 de mayo, en la parroquia de San Alfonso de Cauquenes, tenemos la celebración de la Virgen de Mayo de Cabrería. Es una devoción muy particular, cuyo principal promotor fue el P. Enrique Gómez, misionero que incansablemente se dedicó a predicar el Evangelio en este sector de la parroquia.
La fiesta de Cabrería, es una fiesta que refleja el diálogo profundo entre la cultura y el Evangelio, en lo que conocemos como la fuerza de la piedad popular. Cabrería es un sector rural, de gente con muchas tradiciones campesinas, y que siempre ha testimoniado una práctica de la fe muy profunda. La devoción a la Virgen es parte de la vida de las familias del sector. La fiesta tiene estas expresiones de devoción popular a la Virgen, junto con juegos tradicionales y la participación de muchos huasos a caballo que rinden honores a la Madre que protege sus vidas y sembrados.
Por otro lado, una práctica que la fiesta ha mantenido desde sus inicios es el carácter comunitario que ella tiene. La comunidad se organiza durante el año para recibir a los peregrinos con un rico pan amasado y trozo de carne. Es un compartir fraterno que siempre ha caracterizado la vida de la gente de campo y que se manifiesta en esta festividad. De este modo la celebración de la Virgen de Mayo, es una integración de la fe vivida en comunidad, y en unión con su propia identidad cultural.
Lamentablemente, este año, como el anterior, no será posible la realización de esta fiesta de modo presencial, pero a través de radio San Alfonso se está rezando su novena, para unirse a todos sus devotos y en el Facebook parroquial ha tenido también su espacio. Desde la distancia seguiremos entonando su himno: «Virgencita estrella de Mayo» y recordando con él, la hermosa protección de María en nuestras vidas, especialmente en este tiempo de pandemia.