Estación de la Cruz: Caminando con Jesús en su Último Viaje

Estación de la Cruz

La Estación de la Cruz, también conocido como Vía Crucis, es una tradición que remonta a los primeros cristianos. Esta práctica de oración y meditación nos permite seguir espiritualmente el camino de sufrimiento que Jesucristo recorrió en su camino hacia la crucifixión.

No esta de más ver algunas películas sobre la pasión de cristo, con el objetivo de interpretar un poco lo que se vivió en su momento. De este modo, al seguir este camino, nos sumergimos en los eventos significativos de su muerte, ayudándonos a apreciar profundamente su sacrificio por nosotros.

Índice

¿Cómo realizar el acto de la estación de la cruz?

Para rezar las Estaciones de la Cruz, los devotos suelen comenzar con una oración inicial, seguida de la lectura y meditación de cada una de las estaciones. A cada estación se le puede asignar una oración específica, como el Padre Nuestro, el Ave María y el Gloria. Por lo general, las tradiciones regionales hacen variar un poco esta secuencia de suplicas, pero en teoría es el mismo objetivo final.

Al mismo tiempo, se reflexiona sobre el significado de la estación y se aplica a nuestra propia vida. Por lo cual, los creyentes deben tomarlo como un momento para pedir a Dios la gracia de seguir a Cristo con más fidelidad, especialmente en tiempos de sufrimiento y dificultades.

Me gusta recordar que, aunque las Estaciones de la Cruz pueden rezarse en cualquier momento, la tradición de la Iglesia ha establecido que se recen especialmente durante la Cuaresma, y en particular, todos los viernes de Semana Santa.

Sin embargo, para aquellos que desean meditar más profundamente en la Pasión de Cristo, pueden rezarse en cualquier día del año.

¿En qué consiste la estación de la cruz?

Aunque tradicionalmente se considera que el Vía Crucis consta de 14 estaciones, hay una versión más corta que contempla 7 estaciones.

Estas son la condena de Jesús, la carga de la cruz, su primera caída, el encuentro con su madre María, la crucifixión, la muerte y el sepulcro de Jesús. Cada estación es un momento poderoso de la Pasión que nos invita a la contemplación y reflexión, que cuenta con su propio rito cristiano que ahondaremos en otro momento.

Por lo pronto, nos gustaría recordarte que, aunque las escrituras no registran específicamente las caídas de Jesús durante su camino al Calvario, la tradición y la devoción popular han resaltado tres caídas en el Vía Crucis.

Estas caídas son símbolos potentes de la humanidad de Cristo, su sufrimiento físico y su determinación inquebrantable para cumplir con la voluntad de su Padre. De modo que somos invitados a reconocer nuestras propias caídas espirituales y a buscar la gracia de Dios para levantarnos nuevamente.

¿Cuáles son las estaciones de la cruz?

  1. Jesús es condenado a muerte.
  2. Jesús carga con la Cruz.
  3. Jesús cae por primera vez.
  4. Jesús encuentra a María, su Santísima Madre.
  5. Simón ayuda a llevar la Cruz de Jesús.
  6. La Verónica enjuga el rostro de Jesús.
  7. Jesús cae por segunda vez.
  8. Jesús consuela a las hijas de Jerusalén.
  9. Jesús cae por tercera vez.
  10. Jesús es despojado de sus vestiduras.
  11. Jesús es clavado en la Cruz.
  12. Jesús muere en la Cruz.
  13. Jesús en brazos de su Madre.
  14. Jesús es sepultado.

En algunas regiones se agrega la estación de la cruz número 15. Esta es la resurrección al tercer día de ser crucificado. Sin embargo, se consideran 14 las estaciones para realizar el Vía Crucis y toda la fe cristiana puesta en la pasión de cristo.

¿Cómo rezar la Estación de la Cruz?

A continuación, te enseñaremos como rezar la Estación de la Cruz. Al finalizar cada estación recuerda que debes hacer la meditación del Padre Nuestro, Avemaría y Gloria. Recuerda que es al finalizar la lectura del evangelio.

Primera Estación: Jesús es condenado a muerte

Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Evangelio según San Mateo 27, 22-23.26: Díceles Pilato: Y ¿Qué voy a hacer con Jesús, el llamado el Cristo? Dicen todos: ¡Sea crucificado! Pero ¿Qué mal ha hecho? preguntó Pilato. Más ellos seguían gritando con más fuerza: Sea crucificado. …Entonces les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de azotarle, se lo entrego para que fuera crucificado.

Segunda Estación: Jesús carga con la Cruz

Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Evangelio según San Mateo 27, 27-31: Entonces los soldados del procurador llevaron consigo a Jesús al pretorio y reunieron alrededor de él a toda la cohorte. Le desnudaron y le echaron encima un manto de púrpura; y , trenzando una corona de espinas, se la pusieron sobre su cabeza, y en su mano derecha una caña; y doblando la rodilla delante de él, le hacían burla diciendo: ¡Salve, Rey de los judíos!, y después de escupirle, cogieron la caña y le golpeaban en la cabeza. Cuando se hubieron burlado de él, le quitaron el manto, le pusieron sus ropas y le llevaron a crucificarle.

Tercera Estación: Jesús cae por primera vez

Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Libro del profeta Isaías 53, 4-6: ¡Y de hecho cargó con nuestros males y soportó todas nuestras dolencias! Nosotros le tuvimos por azotado, herido por Dios y humillado. Más fue herido por nuestras faltas, molido por nuestras culpas. Soportó el castigo que nos regenera, y fuimos curados con sus heridas. Todos errábamos como ovejas, cada uno marchaba por su camino, y Yahvé descargó sobre él la culpa de todos nosotros.

Cuarta Estación: Jesús encuentra a María, su Santísima Madre

Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Evangelio según San Lucas 2, 34-35.51: Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: Éste está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y como signo de contradicción. ¡Y a ti misma una espada te atravesará el alma! a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones. Su madre conservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazón.

Quinta Estación: Simón ayuda a llevar la Cruz de Jesús

Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Evangelio según San Mateo 27, 32; 16, 24: Al salir, encontraron a un hombre de Cirene llamado Simón, y le obligaron a llevar su cruz. Entonces dijo Jesús a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.

Sexta Estación: La Verónica enjuga el rostro de Jesús

Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Libro del profeta Isaías 53, 2-3: Creció ante él como un retoño, como raíz en tierra reseca. No tenía apariencia ni presencia; (le vimos) y carecía de aspecto que pudiésemos estimar.

Séptima Estación: Jesús cae por segunda vez

Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Libro de las Lamentaciones 3, 1-2.9.16: Soy el hombre que ha visto la aflicción bajo el látigo de su furor. Me ha llevado y me ha hecho caminar en tinieblas y sin luz. Ha cercado mi camino con sillares, ha torcido mis senderos. Ha quebrado mis dientes con guijarros, me ha revolcado en la ceniza.

Octava Estación: Jesús consuela a las hijas de Jerusalén

Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Evangelio según San Lucas 23, 28-31: Jesús se volvió a ellas y les dijo: Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí; llorad más bien por vosotras y por vuestros hijos. Porqué llegarán días en que se dirá:¡Dichosas las estériles, las entrañas que no engendraron y los pechos que no criaron!. Entonces se pondrán a decir a los montes: ¡Caed sobre nosotros! Y a las colinas: ¡Sepultadnos! Porque si en el leño verde hacen esto, en el seco ¿Qué se hará?

Novena Estación: Jesús cae por tercera vez

Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Libro de las Lamentaciones 3, 27-32: Bueno es para el hombre soportar el yugo desde su mocedad. Que se esté solo y silencioso, cuando el Señor se lo impone; que humille su boca en el polvo: quizá así quede esperanza; que ponga la mejilla a quien lo hiere, que se harte de oprobios. Porque no desecha para siempre a los humanos el Señor; después de afligir se apiada según su inmenso amor…

Décima Estación: Jesús es despojado de sus vestiduras

Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Lectura del Evangelio según San Mateo 27, 33 -36: Llegados a un lugar llamado Gólgota, esto es, Calvario, le dieron a beber vino mezclado con hiel; pero él después de probarlo, no quiso beberlo. Una vez que le crucificaron, se repartieron sus vestidos, echando a suertes. Y se quedaron sentados allí para custodiarle.

Undécima Estación: Jesús es clavado en la Cruz

Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Evangelio según San Mateo 27, 37-38: Sobre su cabeza pusieron, por escrito, la causa de su condena: Este es Jesús, el rey de los judíos. Y al mimo tiempo que a él crucifican a dos salteadores, uno a la derecha y otro a la izquierda.

Duodécima Estación: Jesús muere en la Cruz

Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Evangelio según San Mateo 27, 45-50: Desde la hora sexta hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora nona. Y alrededor de la hora nona clamó Jesús con fuerte voz: ¡Elí, Elí! ¿lemá sabactaní?, esto es: Dios mío, Dios mío! ¿por qué me has abandonado?. Al oírlo algunos de los que estaban allí decían: A Elías llama éste. Y enseguida uno de ellos fue corriendo a tomar una esponja, la empapó en vinagre y, sujetándola a una caña, le ofrecía de beber. Pero los otros dijeron: Deja, vamos a ver si viene Elías a salvarle. Pero Jesús. dando de nuevo un fuerte grito, exhaló el espíritu.

Decimotercera Estación: Jesús en brazos de su Madre

Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Evangelio según San Juan 19, 25: Junto a la cruz de Jesús estaban su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Clopás, y María Magdalena.

Decimocuarta Estación: Jesús es sepultado

Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Evangelio según San Mateo 27, 59-61: José tomó el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia y lo puso en un sepulcro nuevo que había hecho excavar en la roca; luego, hizo rodar una gran piedra hasta la entrada del sepulcro y se fue.

De esta forma, terminaremos nuestra propia oración de la estación de la cruz. Si no te encuentras en semana santa o cuaresma, simplemente realiza las oraciones conforme pasan los días evocando así el misterio divino de la pasión de cristo.

Artículos Relacionados

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Subir